Este sitio arqueológico se fundó en 1986 y amplió
sus instalaciones en 1997. El museo cuenta con construcciones piramidales a las
cuales los visitantes podrán ingresar a ellas, de igual manera podrán
recorrerlas y disfrutar de este hermoso e interesante panorama que nos muestra
la zona donde nuestros antepasados pasaban su diario vivir.
A pesar de la cantidad de años que tienen estas estructuras, se ha tratado de darles el mayor cuidado posible, se ha tratado de mantener su estructura arquitectónica dándole un buen mantenimiento para que su atractivo no se pierda.
En este sitio arqueológico también se encuentra el obraje de añil colonial de San Andrés, que fue soterrado por la erupción de El Playón en 1658, que fue descubierto en la excavación y los visitantes tienen acceso a él.
Luego de un satisfactorio
recorrido por el museo, las estructuras y el obraje, puede ir a conocer el
lugar en donde se venden todo tipo de recuerdos con aspectos muy culturales y coloniales,
se pueden observar desde pinturas para colgar en casa, hasta accesorios muy
personalizados como aretes, pulseras con su nombre grabado en ellas. También se
pueden observar objetos muy artesanales, hechos con materiales como madera y
semillas muy bonitos y coloridos para todos los gustos.
Los precios son muy cómodos
y así también las personas que le atenderán le esperan con una sonrisa y con mucha amabilidad para atenderle. El
sitio no cuenta con cafetería por el momento hasta nuevo aviso, así que se
recomienda llevar los alimentos esenciales y el agua necesaria, ropa cómoda y
toda la disposición para conocer esta faceta extraordinaria de nuestro El
Salvador prehispánico, y llévese consigo el recuerdo y la historia que hay
detrás de estos aposentos y pirámides mayas a parte de una excelente
experiencia.
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